jueves, 10 de mayo de 2012

La palabra médica


Varias veces entrevisté a estos personajes de delantal blanco y en la mayoría de las ocasiones obtuve una sensación similar que me motivó a decir: ¡Qué bien hablan los médicos!
La seguridad con la que se expresan transmite una confianza ciega en cada una de las palabras que salen de sus bocas, y en esos momentos me gustaría robar un poco de esa firmeza y claridad, y llevarla a mis ámbitos personales. Poder expresar con mis afirmaciones ¡Acá estoy! ¡Esto es lo que pienso! Y por qué no decir… ¡Esto es así!
Es que estos personajes son capaces de transmitir lo bueno, lo malo, explicar un tratamiento, un abanico de posibilidades, y uno, que está del otro lado, no tiene más remedio que confiar.
¿Cuál es el entrenamiento que reciben? ¿La experiencia de la cruda realidad que se les presenta en forma de casos o enfermedades? ¿Se trata de hacerse el duro? ¿De crear un personaje? ¿O simplemente se golpean tantas veces y por eso son así?
A veces me pregunto estas cosas, pero cuando los escucho hablar, no puedo dejar de admirarlos, e incluso envidiarlos por su palabra de pisada firme.  

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